Tuesday, January 26, 2010

White Rabbits en el Bowery Ballroom


Por razones extrañas una amiga, bueno, en realidad amiga no es. Una conocida digamos me pasó un listado de bandas en al año pasado y como buen freak le puse unas fichas a esta (solament porque se relacionaba con conejos) y me puse a escuchar su primer disco "Fort Nightly" y me gustó mucho. Me llamó la atención la instrumentación que si bien es típicamente indie rock, el peso de la percusión me llevaba a lugares africanos donde las bases rítmicas se repiten como un loop desquiciado casi letánico. A eso se le sumaba un piano que no tiene grandes firuletes pero que cumple con lo suyo. Llegué enseguida entonces al segundo disco "It's frightening", que salió a fines de 2009 y donde ya de entrada "Percussion Gun" revela la dirección que toma la banda, arrancando muy arriba y definiendo musicalmente lo que dice el título del tema.

Están radicados en Brooklyn NY pero son de Mineapolis (Los flacos viven todos juntos en un loft y duermen todos en el mismo cuarto. Se podría decir que están locos. Especialmente si se tiene en cuenta que son seis). Son dos cantantes y no uno que intercalan dependiendo los temas. A eso se le suma dos guitarras, un bajo, batería y percusión. Admito que me di cuenta que cantaban dos recién cuando los vi en vivo. El timbre de voz del pianista y el del Guitarrista es muy parecido de a ratos.

En vivo: Simplemente dejan todo en el escenario. Empezaron bien arriba y terminaron bien arriba. Uno podría decir que Stephen Patterson se queda sin voz después de cada concierto pero no. Estira su cuello de tortuga y grita las letras como si las tuviera que sacar del estómago. Y le sale bien. Muy bien.

El sonido fue impecable. El Bowery Ballroom es un excelente lugar, chico, con buena acústica y un escenario que no separa demasiado a los músicos del público entre las que no faltaron lindas grupies. Al parecer el líder de la banda tien un séquito de mujeres que lo sigue a todos lados (Malditos rockstars).

Los White Rabbits en sus discos prometen y en vivo, entregan. Lo único que se les exigiría es un poco más de tiempo en el escenario. Es moneda corriente que un recital no dure más de una hora en este país. Así fue y después de 45 minutos se fueron y volvieron para el bis. Tres temas más y se abandonaron el escenario dejándome con las ganas de más. A veces pasa.



1 comments:

Hay una olita said...

Arriba este blog!!! Hay tanta musica, tanta musica...y cuando un tema se mete adentro tuyo, entra por los oidos, toca algunas neuronas de esas que no se usan demasiado, baja al corazon, lo retuerce, y contagia a las manos y los pies hasta que empiezan a moverse al ritmo, no podes dejar de compartirlo. Por muchos mas posts.

Reicho

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